Los humanos somos tan simples como complicados de tratar.
Ante la mínima circunstancia que nos abruma
sufrimos cómo si nos arrebatasen la luz del Sol. Al mismo tiempo,
tenemos la capacidad de hacer de la mínima tontería una felicidad absoluta. Los
seres humanos somos bipolares, complicados e incomprendidos. Cuando dicen que
cada persona es un mundo tienen toda la razón. Mi misma capacidad para subir es
inmensamente igual de rápida que la bajada. Podemos crear de un gramo de arena
la mayor de las dunas. Al igual, que podemos con un solo soplo de aire volver a
caer cada partícula de la arena amontonada. Y es así, en realidad, si fuésemos
perfectos no merecería la pena continuar. Pero por suerte y desgracia, la vida
es un camino largo y difícil, pero el camino más bonito que nos vamos a
encontrar.
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