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lunes, 5 de noviembre de 2012

Un mar de dudas

En realidad, creo que esto es una traición, de tantas que estoy cometiendo en mi misma ahora mismo. Sí, es una traición porque hace tanto tiempo que no escribo, que no me merezco que sigas aquí para cuando estoy mal, no me merezco seguir desahogándome en ti, querido blog, pero si un día te creé fue para plasmar todo lo que sentía, y a eso voy. ¿Habéis sentido alguna vez, que por mucho que camináis, por mucho que intentáis y lucháis no avanzáis? Pues así estoy ahora mismo, un mar de dudas, un lío continuo cuyo desenlace no entiendo y no sé como solucionar. Mi cabeza se debate entre el sentimiento y la razón  Sé que es frustrante el camino que intento seguir, que trae disgustos y quebraderos, pero también sé que me encanta, que me vuelve tonta cada palabra que dice, y cada recuerdo bonito que recuerdo suyo. Pero a la par, me molesta su actitud, y mi propia estupidez, que hace estropear un día que era importante, por un momento imbécil  porque sí en el fondo es un poco traición, no para él, sino para mi misma. Pero esta misma traición, me hace pensar en si lo que siento, realmente es así, o solo una falsa ilusión, sé que no es una ilusión porque por el simple echo de verle o de pensar en verlo se me acelera el corazón, pero a la par, sigo sin entender, cómo a pesar de ser yo la luna y tú el sol, no podemos ser juntos las estrellas.