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A veces lo único que hace falta es un salto para empezar a volar.

En mi corazón es la más grande.

En tardes de estas, en tardes de exámenes. Ahora que empieza la recta final. El final de este camino para empezar otro. En estas tardes es cuando más te echo de menos. Echo tanto de menos que me digas que todo va a ir bien, que no me preocupe. Echo tanto de menos que me des besos y que me abraces. Aún recuerdo cuando te dije que había aprobado matemáticas como me diste ese abrazo, fuiste la persona que más se alegró, y me hiciste inmensamente feliz. Porque fuiste una mujer grande, una mujer valiente. Y aquí  allí o donde estés te querré siempre tía, porque eres el recuerdo más bonito y el mejor de todos. 

Este tiempo loco, está tan loco como nosotros aquella noche.

Será el tiempo loco, el Sol, el inicio del calor... Pero hoy me he acordado de un calor mucho mayor a los 30 grados que habrá en un mes. Me he acordado del calor que daban tus abrazos, y  tus besos. Me he acordado de esa noche de Julio en la que te di los primeros dos besos de nuestra historia. Esa noche en la que cambiamos la primera mirada. Me he acordado de las noches siguientes, de la ilusión y de los nervios tras hablar contigo. Me he acordado de cuando cambiamos besos en aquel sillón, y la sonrisa enorme con la que me fui a dormir. Me he acordado del primer baile, probablemente desastroso, pero para mi el más especial de todos. Y sí, no hemos vivido mucho, pero joder los recuerdos que tengo son bien bonitos. Probablemente lo que pasa es que este tiempo loco, en el que un día llueve y otro hace Sol es como nosotros. Sí, es eso  de vez en cuando somos como el Sol brillamos y  nuestras sonrisas son proporcionales a la felicidad que sentimos, sin embargo, de repente la maldita lluvia vuelve otra vez y se lleva todo. Por eso, estoy segura que este tiempo loco está tan loco como nosotros aquella noche.