Parece increíble como en apenas un día
todo lo que conocías, todo por lo que vivías se da la vuelta. Y está comprobado
cuando las semanas empiezan mal, los días grises se convierten en negros, y la
gente a la que amas también está triste, es imposible levantar el vuelo. Creía
que tardaría en vivir lo que me ha tocado vivir esta semana, volver a decirle
adiós a alguien para siempre. Porque esto no era un adiós camuflado en un
"aquí nos vemos", era un adiós de los que duelen de verdad, de
los que sabes que es verdad porque a no ser que haya otra vida no podrás volver
a decírselo. Sin duda nuestro adiós es uno de los que más me ha dolido
hasta ahora. Pero bueno, sabéis de ese pájaro que dice que puede resucitar de
sus cenizas cuando muere, le llaman un fenix. En páginas lo describen
como: "un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada
500 años, para luego resurgir de sus cenizas" . Con esto me refiero, a
que podremos sentir que el mundo se cae, que todo por lo que vivimos no tiene
ya sentido, pero por muy dura que sea la muerte de un ser querido o la
pérdida de alguien a quien amas, debes resurgir como el fénix. Debes aprender
que de la muerte, puedes volver a vivir, que de lo malo puedes resurgir. Que no
hay camino imposible, ni nada que te pueda frenar, porque habrá millones de
días grises, pero recuerda que el sol sale cada mañana, y que aunque no tengas
ninguna gana, debes sonreír. Debes sonreír por la gente que te quiere, porque
para salir a flote como un corcho es necesario el trabajo en equipo. Asique 3,
2, 1.....
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