Que después de ti hay mundo aún.

Olvídate. Olvídate de su forma de mirar. Olvídate de sus besos. Olvídate de sus abrazos. Olvídate del sonido de su risa. Olvídate de cada palabra. Olvídate de cada vez que te ha destrozado el corazón. Olvídate de él, y quema el libro. Que no quede ni una hoja, ni la mínima palabra de su existencia. Olvídate de quien vino con el verano y se fue con el inicio de la primavera. Olvídate del dolor, y  continua tu camino. Ese camino que pudo pero no quiso vivir contigo. Ese camino que hoy tiene un nuevo amanecer. 

Señorita, que no se le olvide.

                 

Hoy me he puesto a pensar si volvería a repetir todos y cada uno de los momentos que he vivido contigo. Y me he dado cuenta de que sí, que viviría cada uno de ellos millones de veces. ¿Sabes por qué? Porque fuiste el primero que me robo un beso. Porque fuiste el que me dijo que no hacía falta que supiésemos bailar bien para poder bailar juntos, porque aun así sería el mejor baile. Porque fuiste el que me dijo: ¡guapa, guapa y guapa! sacando la sonrisa más enorme que me ha salido nunca. Porque fuiste el que a las 9 de la mañana tenía su mano en mi cintura para que no me quedase atrás. Porque fuiste el que me dio un abrazo enorme, jodidamente perfecto una noche de diciembre. Porque fuiste el único que  se dio cuenta de lo rápido que late mi corazón. Porque fuiste el que con solamente tocar mi mejilla provocabas una explosión en mi interior. Porque aunque tu pie era el doble de grande que el mío, nuestros dedos se entrelazaban de la mejor forma posible. Porque aunque consigas sacarme de quicio, consigas enfadarme y provocar mil dolores de cabeza, hay algo que no se puede cambiar, ¿sabes lo que es? Yo sí. Cuando alguien se emboba de tu mirada es imposible que vuelva a tener los pies en la Tierra, porque creerán que lo saben todo pero que no me hablen de locura si no han visto tus ojos. Porque podrá haber miles de vicios pero esos ojos azules superan a todos. 

No hay nada más que decir.

Para ser irremplazable, uno debe buscar siempre ser diferente. 

Coco Chanel. 

Un año más. Otro 11 de Marzo. Con este ya van 9 años desde que les arrebataron la vida a gente INOCENTE. Pero nadie muere mientras haya una sola alma que les recuerde. Porque aquí no os olvidamos, y crucemos todos los dedos porque en el mundo dejen de pasar tragedias como esa, tragedias injustas y evitables. 

Hacerte sonreír será mi particular manía. 

                                           

Que PERDER nunca esté dentro de tu vocabulario.

Y de repente te llega el agobio, de golpe. Sientes que se nublan tus sentidos. Que no puedes, y que el peso que todos tenemos encima empieza a caer lentamente, acechándote, amenazando con destruirte. El aire sale acelerado de tus pulmones como si no hubiese suficiente en el mundo. Sientes que no puedes más, que ya no quieres seguir luchando más. Y entonces en el momento de máxima frustración con uno mismo, recuerdas una frase. Una frase que te ayuda a levantar la cabeza, y a seguir: 

No hay peor lucha que la que se da por perdida. Levanta la cabeza y camina orgulloso. Es tu lucha, es tu guerra, es tu triunfo. 

                    

Ni siquiera las heladas de Marzo podrán apagar el fuego de Diciembre.

Es increíble como después de haber estado a milímetros, evitando alejarnos  evitando que se pasasen esas horas que eran solo nuestras. En las que aprovechamos cada minuto, cada segundo, viviendo nuestra historia. Llevando los límites más allá de lo legal. Es increíble como de toda esa electricidad que se palpaba en el ambiente, ahora ya no queda nada. Nada porque tú y esos cuantos km se cargaron todo como un huracán. Como un jodido ciclón similar, al  de nuestros sentimientos aquella noche. Aquella noche que fue testigo de los besos más reales, de las respiraciones más aceleradas, y de las palabras más sinceras.Aquella noche que ni la mayor de las nevadas habría sido capaz de disipar el calor que desprendían nuestros cuerpos.  Aquella noche y aquel adiós que sin saberlo fueron los últimos. Aquel adiós que demostró que los caminos que no están echos para fundirse en uno solo, antes o después acabarán separándose. 

Vuela alto, dirección las estrellas.

¿Puedes ver esa estrella? Es hermosa ¿verdad? ¿Crees que sabe que la estamos viendo? ¿Sabrá que nos maravilla su belleza? Yo creo que no... Y sin embargo sigue brillando. Tú tienes que ser igual que esa estrella, siempre debes procurar brillar, porque aun cuando tú no lo sepas; siempre hay alguien que te admira por lo qué eres...